Pereza

Enciendo de nuevo La Bombilla y lo que junto al mar era luminoso al regresar a la realidad de Madrid se torna apagado. A tientas abro de nuevo los periódicos, en agosto solo me he acercado al kiosco dos veces y las dos me he arrepentido. Saigón, ¡mierda!. Como el Capitán Willard, me asomo a la ventana con un vaso de ginebra en la mano y la mirada cansada, a contemplar escéptico como las malas noticias resbalan por el cristal.
Crisis.
En China se están celebrando en estos momentos las Olimpiadas Parálimpicas en las que los Derechos Humanos, con los brazos y piernas amputadas, tampoco pueden participar. “Es solo negocio”.
En Roquetas, el paro en el gueto lleva navaja y mata.
Los sondeos en U.S.A dan ventaja a los republicanos gracias a una tal Palin, una pitbull con los morros pintados de rojo sangre, collar de misiles y sin bozal, a cuyo lado Bush es un terrier.
Para el PP, la memoria de los muertos mal enterrados en las cunetas con un tiro de gracia como epitafio remueve el pasado y el Valle de los Caídos que "Garzón no nos lo toque”. El aborto, la eutanasia: ¡todo pecado!.
PSOE y PP, “fifty-fifty”, convierten al Poder Judicial en proxeneta de la Justicia.
Zp, se echa al monte y hace publicidad de una cadena privada en los Picos de Europa y lo de Aznar allende los Pirineos conquistando Montes de Venus resulta ser solo “un rumor” y como dijo su ínclita embotellada: “¡Ya quisiera él!”.
Doña Letizia, para vengarse, se opera la nariz y a los de El Jueves nos jode su caricatura.
Crisis de tantas cosas.

Ilustración: Marvin Mattelson