viernes, 23 de octubre de 2009

La garganta de las Termópilas
















Ése día, en el momento en que sonó el teléfono tenía la garganta de lija.
Remataba los últimos sorbos de descafeinado al mismo tiempo que me enfrentaba a la lectura de los dos periódicos que siempre destripo por la mañana. “El asesinato de un general dispara la tensión en Pakistán”. “La ONU alerta sobre el efecto devastador del opio afgano”. “Chávez militariza por decreto a los venezolanos”. “30 muertos en un ataque contra el presidente en Somalia. “La batalla por Caja Madrid reabre la guerra interna de poder en el PP”. “Pujol favoreció a 28 empresas que financiaron su partido”. “Camps se burla del caso Gürtel”. “La izquierda espera unos gestos fiscales del gobierno del PSOE”. “El lío del pirata que sigue creciendo”. “La jueza encarcela al cerebro de la trama de El Ejido”. “Incluso tú te quedaras paralizado. Nueva edición limitada Freelander. Por solo 29.300 €”. “La caja gana 1.410 millones de euros en septiembre”. “Aguirre sugiere detectar corruptos preguntándoles por sus vacaciones”. “El consistorio presenta el enésimo plan contra la contaminación”. “Gallardón dibuja un plan de mejora del aire sin concretar medidas”. “El violador del búho es un psicópata sexual”. “Un cumpleaños que no te hacía ni fu ni fa, ahora te hará decir ¡AH!*. * Por favor, leer el ¡AH! Tarareando la canción de Carrefour”. “Nuevo Peugot 207. Rejuvenécete desde 9.200€”. “Feroz resistencia al aborto legal en América Latina”. “El fiscal acusa al juez Ferrín Calamita de prevaricación”. “La lista de espera quirúrgica se estanca en más de setenta días”. “Indemnización de 1,7 millones a 15 empleados intoxicados por amianto”. “2.700 científicos reclaman más atención para la I+D”. “Ritmo caribeño con veneno homófobo”. “240 millones después, brilla Raúl”. “Munar adjudicó proyectos por 5,5 millones a socios de sus altos carg...
El teléfono evitó que el segundo periódico me siguiera vomitando titulares. Era mi cuñada. Al oírme carraspear se temió que, siendo yo “grupo de riesgo”, ya hubiera cogido la “gripe A”.
¿No te habrás resfriado?.
Ne-ga-ti-vo. Le dije con la voz entrecortada por la aspereza en la faringe. Parecía como si un ejercito de hormigas rojas mordisquearan mi gollete. Toda una noche de abrasivos ronquidos pasan factura. Roaaaaaaar.
¿Y la garganta?.
Me has cogido repasando la prensa y con lo que estoy leyendo, tengo atrancado el tragadero porque se me han puesto de corbata.
Ilustraciones: Gallego & Rey en El Mundo

lunes, 5 de octubre de 2009

Ya no alumbran las luciérnagas. Las postizas luces de neón las extinguen; el macho, con el fulgor estentóreo de las ciudades, no distingue a las hembras y su ceremonia vital no se consuma. Off.
Nuestro depredador progreso de filamentos incandescentes, todo músculo rebosante de voltaje con esteroides, no consiente competencia y del verde fluorescente de las luciérnagas solo quedaran exiguas rimas subrayadas de algún poeta.
El firmamento nocturno de las cunetas se tornara lóbrego. La ciencia habrá descifrado el enigma de los agujeros negros.