sábado, 26 de enero de 2008

El escultor de sombras

Juan Muñoz modelaba la metáfora de la incomunicación en forma de chinos de arcilla, que no por casualidad son grises; todos sonríen y tienen cara de no entender nada. Pasearse entre ellos es como hacerlo en un bosque yermo y mudo: vacío; el silencio rebota en las paredes de la sala de las Turbinas de la Tate, las palabras se acumulan en las peanas de tentetieso de las esculturas. En otra de las salas, dos figuras cuelgan del techo agarradas a unos cables por los dientes, dando vueltas una y otra vez sobre si mismos, marionetas voluntarias del poder que los manipula, los amaestra para que, mientras muerdan el gancho para no caerse, no puedan hablar, otra metáfora.
Vivimos encerrados en la bolsa de plástico bamboleada por el aire de American Beauty; como medusas, frágiles e incoloras, manejadas por el vaivén de los flujos del poder, económico, mediático, político. Y así quieren que sigamos: con una sonrisa boba modelada en los labios, dándoles la razón siempre con la cabeza como los paradójicos muñecos tentetiesos de Juan Muñoz.


PERFIL

Juan Muñoz (Madrid, 1953- Ibiza, 2001) era un artista polifacético: escultor, escritor, músico... Que sin renunciar a las corrientes artísticas que imperaban en los años ochenta – conceptualismo, arte povera – volvió a interesarse por la figuración. Sus ultimas instalaciones son espacios minimalistas poblados por figuras; todas de una apariencia similar, como los Guerreros de Sian, pero nunca hay dos iguales; son enanas, una resonancia de Velázquez al que admiraba, y todas con fisonomías orientales.
La Tate Modern de Londres acaba de inaugurar una gran exposición retrospectiva de su obra; posteriormente la exposición viajara al Museo Guggenheim de Bilbao. Desgraciadamente Muñoz, como suele ocurrir siempre en este país, nunca ha sido profeta en su tierra y a pesar de que las autoridades culturales españolas estuvieron en la inauguración de Londres haciéndose la foto, no se espera que esta imprescindible exposición aterrice en Madrid.

domingo, 20 de enero de 2008

Parálisis permanente

Un destacado miembro del Partido Popular, llegó a ser “El Capo”, nos comentaba en una cena a un grupo de humoristas gráficos (a los políticos nos les molestan las viñetas criticas, les molesta no salir en ellas) que el mayor problema de la derecha española es que “los mas capacitados están forrándose en la empresa privada y en el partido solo estamos los mas inútiles”(también él, que demostró ser otro inútil, a dejado ya la política y esta “forrándose” haciendo negocios en el Irak post Sadan; es fácil deducir que la postura de Aznar y del PP en aquella guerra, habrá abierto puertas comerciales a los mercaderes cercanos al partido, que solo habrán necesitado imitar el ejemplo de papá Bush y sus oil business, para “forrarse”). Después del vulgar espectáculo que hemos visto y oído esta semana pasada, tenía razón: en política solo están los mas inútiles.

P.S. Si no queréis tener pesadillas esta noche os aconsejo no leer esto: si dimite Gallardón antes de acabar la legislatura, Ana Botella será la Alcaldesa de Madrid hasta las próximas elecciones municipales.
Os lo advertí.

Ilustración: Julio Rey; collage, Aznar y The Blue Meanies
(Yellow Submarine, The Beatles, 1968)

sábado, 12 de enero de 2008

La rúbrica de Kant...

...Es una línea fina de plumilla que une los tres puntos de un triángulo, a través del cual Dios nos vigila. Como si fuera un oculista, Máximo, en sus viñetas, le gradúa la vista al ojo divino y dibuja las imágenes de su pupila con la tinta de un calamar filosófico, que nada a tirones en la conciencia, buscando explicaciones; cuando las encuentra, el dibujante nos las cuenta, y nos educa. Máximo es un sabio.
Después de treinta años, el diario El País ha dejado de publicar la “rúbrica de Kant”, en sus paginas de opinión ya no esta la viñeta de Máximo; para mi, abrir todas las mañanas el periódico es una liturgia, pero ¿tiene algún sentido realizarla si sabemos que no vamos a encontrarnos con el dictamen de Dios?.


P.S. La Asociación de la Prensa de Madrid acaba de reconocer la labor de Máximo con sus viñetas, “a través de las cuales”, dice, “se ha constituido en un referente del periodismo gráfico de calidad”. Amen

Ilustración: Máximo en El Virus Mutante