domingo, 25 de noviembre de 2007

El público

Según un miembro del partido laborista británico experto en demoscopias, “la política juega en un estadio vacío, en el que los espectadores se han ido, lo que favorece a la derecha”.
Al público que paga su entrada, sensible al juego de balón controlado y de aperturas, nunca le han gustado las filas prietas de cinco defensas metidos en su área, pendientes solo de destruir juego; frente al catenaccio cerril quiere imaginación, orden en la defensa, desmarques, buen regate y olfato de gol. Ahora el público, con el poco juego y el tanteo a favor de su equipo tan escaso, se esta volviendo indiferente: durante el partido, mirando continuamente su reloj, se consuela comiendo pipas; melancólico, añora los pases mágicos de jugadores como Zidane, que levantaba la cabeza y de un solo vistazo, como de halcón, adivinaba el desmarque y, con un toque preciso y elegante, de minué francés, ponía el balón justo a los pies del delantero, que ya únicamente tenia que empujarlo con puntería, al fondo de las mallas; no quiere acordarse de aquel Zinedine expulsado por darle un cabezazo cutre, de macho cabrio, a un defensa italiano provocador y marrullero, en un encuentro de máxima trascendencia. Partido a partido las gradas se van desnudando; el público, apático, esta dejando de ocupar sus asientos rojos de plástico y si un Zidane no lo remedia, el equipo del catenaccio cerril puede atacar con el brazo derecho levantado y, como asegura el experto ingles, llevarse el partido gracias a un gol metido con la mano.


Publicado en la sección "En huerto ajeno" de Público el 25.11.2007

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo todavía no he abandonado el asiento de plastico rojo, porque sigo esperando que Zidane aparezca por el fondo, con su cuerpo galoserrano y su toque de gracia. Será que también me tengo que ir levantando para demostrar mi desaire? ganas no me faltan, pero con tal de no dejar un asiento libre...

Anónimo dijo...

Aparecerá, seguro :)

grande dijo...

Grande. PeRo También Hay CulpA, Una Parte, en El PúblIcO deL PartIdo: demasiadOs AfIrmAn qUe La PoLítica No Les incuMbe, quE No Va COn EllOS. Así Se GenERa Una EquIDisTAncIa Que FavoreCE a La DErecHa. EntrE JugaDorES Y eSpectaDores, La CAsa Sin BarreR Y Cada Vez Más LleNa dE BAsura. Y Yo Soy SupErlatIVAmenTe PesImista; mE TemO, AnóNImO, quE NAdie Llegará JaMás.

VaYa, Por UNa vEz Y SiN Que SirVa de PreCedEnTe, GranDe NO Está ExulTanTe.

SaluDos JuLIo,

Grande!

urodonal dijo...

Por favor, decidme que el comentarista del partido no es quien todos pensamos....

"¡ese delantero centro es un maricomplejines que no le mete un gol a un masón ciego!

El superintendente Vicente y el Capitán RMK dijo...

Los jugadores siguen echando la culpa al público porque no los animan y porque sólo acuden a celebrar los éxitos. Pero vamos, digo yo que para eso les pagan. Y que fueron ellos quienes decidieron ser futbolistas, ¿no?

Seguro que Materazzi cuando era niño no quería ser así, pero el tiempo le ha demostrado que los mediocres pueden disimular su falta de talento cargándose a los Zinedines.

Un saludo,

P.D. Si lo más zidanesco que tenemos ahora es pepín blanco, yo me paso al baloncesto pero ya.

uminuscula dijo...

La otra noche salí con dos periodistas de Publico, están encantados, oye!

Rey, te llegó la antología? la dejé en tu mesita...