jueves, 7 de enero de 2010

En la entrada anterior, El GPS de Lorca, se me ocurría que los hoyos que han dejado las máquinas excavadoras al buscar la calavera perdida de Federico García, no tendrían porque quedarse abiertos y vacíos, estériles, y podrían utilizarse como mausoleos de la impudicia de los que nos mandan y así honrar el recuerdo del poeta de la utopía.
No contento con imaginar semejante simpleza, vuelvo a disparatar, sentado delante del televisor, al comprobar como, siempre, la realidad supera a la ficción y el escáner de ciencia ficción de Desafío Total de Paul Verhoeven se hace real en el aeropuerto de Ámsterdam. En Holanda, ya no se mira a través del iris genial de Rembrandt. La niña de sus ojos es ahora una maquina que desnuda. Me da por pensar que por el monitor de esos súper securatas tecnológicos, que no tardaran también en poblar todos los aeropuertos de medio mundo, todos tendremos que pasar tarde o temprano con los brazos en alto y por fin se le podrán ver las pelotas en azul, como las de los personajes de Avatar, a los impúdicos. Al Rey, cuando pase por el escáner, se le fiscalizarán sus cuentas; al Papa, sus pecados ambrosianos y muchos de sus pronuncios no podrán, desnudados por el rayo X, disimular sus intempestivas erecciones pederastas; y los poderosos escualos de las cuentas de resultados no tendrán, obscultados por la maquina, dobles fondos donde ocultar su botín; las grapas quirúrgicas de las últimas maniobras fascistoides de Berlusconi dispararán las alarmas; por el contrario, el Presidente de la Comunidad Valenciana estará encantado de salir en bolas en el monitor, para que no se le vean las costuras a su elegante traje de Milano...
Por si alguien se lo pregunta, los terroristas de mente enferma, pistola y explosivos pueden, según los expertos en seguridad, estar tranquilos y continuar destruyendo torres gemelas y trenes con su fanática impunidad, porque la eficacia del voyeur gubernamental holandés al cachearlos es dudosa.
¡Imagino cada gilípollez!. Estoy obsesionado con los vicios públicos, siempre me vienen a la cabeza los mismos, los de siempre. ¿Tendría que dejar de masticar noticias?.
También puede ser que, en la pantalla azul del escáner, mi cerebro no salga más grande que el de Homer Simpson.

1 comentario:

elrober dijo...

Julio, me apunto para encofrar las paredes de esos mausoleos.
Por cierto, es más que probable que tu cerebro no quepa en un carretillo de obra.
Un abrazo