sábado, 2 de febrero de 2008

Ladrido de Dios

Cuando Rouco Varela arenga desde el púlpito, de su boca, en lugar de perdigones de saliva, salen disparadas balas de plomo, fundido con el fuego del infierno. Él sabe mucho de las tinieblas del averno, es su principal arma de crispación masiva.

Ilustración: Gallego & Rey en El Jueves

http://decabezaenlapiscinadehockney.blogspot.com



11 comentarios:

Jesús Sánchez dijo...

¡Cuánta razón tienes, Julio!... No sólo "velan" por nuestras almas, sino que además no nos quieren dejar vivir. Mucho Torquemada suelto eslo que hay.

Anónimo dijo...

Ahí quedan las provocaciones, palabras crispadas, humillaciones que no tiene sentido responder siquiera.

uminuscula dijo...

lengua viperina..
(hoy me toca una zambullida..)

samsa777 dijo...

Genial la ilustración. Genial.

Dios mío (o suyo, por lo que se ve)... ¡ergo, su sangre es más potente que el ácido sulfúrico! Ahhhh Ese era el noveno pasajero, teniente Ripley, y tú dando vueltas y tumbos por el espacio...

Anónimo dijo...

Provocación, crispaciòn¿A qué me suena?
6:19 de la mañana y ya estamos liados,no debemos de tener muy buena conciencia...

Anónimo dijo...

¿A la COPE?

Anónimo dijo...

uminuscula dijo...

oye!
me has subido en el espacio CONTRIBUYENTES de Hockney.
Antes estabas encima de mí...
que yo me fijo.. ;)

Paco Melero dijo...

Pues sí, el infierno, ese arma de destrucción masiva...

malagon dijo...

estupendo el alien el octavo mensajero(de Dios)

urodonal dijo...

Pobrecito Alien, lo comparáis con cada uno.

Saludos