martes, 21 de julio de 2009

Moonwalk

Cuarenta años después de que Neil Armstrong plantara sus huellas en su superficie, como si fuera el Paseo de la Fama de Los Ángeles, la luna sigue observándonos. Boquiabierta.
Los pequeños pasos para el hombre, son grandes para la humanidad... Y de crustáceo, hacia atrás. Ante las pupilas de polvo gris ceniza de los ojos atónitos de la luna, desfilan de espaldas, orientándose con la visual del ojo del culo, los impresentables. Dictadores; terroristas; Ayatolás; Papas, Cardenales, Obispos; pederastas; violadores; maltratadores; narcotraficantes; Reyes; mafiosos Cavalieris puteros; mediocres políticos corruptos; avaros banqueros insaciables; oscuros financieros; especuladores; revólveres sicarios; pandilleros; periodistas mercenarios... ya están ávidos por clavar su bandera negra, de tibias cruzadas, en Marte.

Y los demás, los que no contamos, continuaremos conformándonos con seguir, con la cara levantada, aullándole a la luna.

Ilustración: Máximo en El Virus Mutante

5 comentarios:

Mario Benito dijo...

Los demás sí contamos. Tú cuentas para mí, y seguro que para muchos más, y yo para ti y para otros cuantos. Y, además, contamos de verdad.
Un saludo

Julio Rey dijo...

Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu. Abrazos, amigo

Julio Castelló dijo...

Te leo más desatado que nunca (si cabe). Un abrazo y un aullido lunar.

Freak dijo...

La ilustración me parece muy buena y muy acertada.
La gentuza es resistente como los animales capaces de sobrevivir un desastre nuclear. En algún sitio leí que no es verdad que las cucarachas sean tan indestructibles como dice la leyenda, pero si no, como cucarachas.

Aullemos todos los que podamos.

¿Cómo va esa recuperación? Espero que muy bien. Feliz verano.

Julio Castelló dijo...

He releído tu aullido. Sigo increpándole a la tierra, desde la luna, contigo.