
Vivimos encerrados en la bolsa de plástico bamboleada por el aire de American Beauty; como medusas, frágiles e incoloras, manejadas por el vaivén de los flujos del poder, económico, mediático, político. Y así quieren que sigamos: con una sonrisa boba modelada en los labios, dándoles la razón siempre con la cabeza como los paradójicos muñecos tentetiesos de Juan Muñoz.
PERFIL
Juan Muñoz (Madrid, 1953- Ibiza, 2001) era un artista polifacético: escultor, escritor, músico... Que sin renunciar a las corrientes artísticas que imperaban en los años ochenta – conceptualismo, arte povera – volvió a interesarse por la figuración. Sus ultimas instalaciones son espacios minimalistas poblados por figuras; todas de una apariencia similar, como los Guerreros de Sian, pero nunca hay dos iguales; son enanas, una resonancia de Velázquez al que admiraba, y todas con fisonomías orientales.
La Tate Modern de Londres acaba de inaugurar una gran exposición retrospectiva de su obra; posteriormente la exposición viajara al Museo Guggenheim de Bilbao. Desgraciadamente Muñoz, como suele ocurrir siempre en este país, nunca ha sido profeta en su tierra y a pesar de que las autoridades culturales españolas estuvieron en la inauguración de Londres haciéndose la foto, no se espera que esta imprescindible exposición aterrice en Madrid.