Que momento de sosiego regalado cuando se espera intranquilo el ruido que tiene que hacer algo que cae al estrellarse contra el suelo y cuando choca... ¡no se oye nada!. Eso es la nieve, que baja suave del cielo púrpura acariciando el aire: el anhelado silencio demostrando la ley de Newton.
2 comentarios:
Cuando fui a Bariloche, en la Patagonia, hace dos o tres veranos, allí era invierno y un 8 de agosto me desperté con una frase: nieva, Rebe..
Era mi amiga Agostina, porteña, hablándome desde la cama de abajo de una habitación de madera, sobre un barco y respondí: No puede ser, no se oye nada.
Nunca había visto nevar, no sabía que proclamaba el silencio.
Habrá que componer una canción donde la nieve suene...
Publicar un comentario