lunes, 25 de febrero de 2008

Historia de un árbol cansado de ver siempre la misma vista del campo que le rodea y que en sus eternos soliloquios se imagina liberado ...

...Y abre horizontes.


Divagaba mientras los eslabones de las enredaderas encadenaban su cuerpo aprisionándolo hasta que sus nudos, apunto de estallar, sangraban; en su imaginación, su tronco, ahora flexible, se curvaba como si el viento estuviera rascándole la espalda: adelante, atrás, a un lado y al otro... Hasta que poco a poco el suelo abría, con un crujido, su carne mineral y él, salvado de la inmovilidad, por fin podía girar la cabeza.
Experimentaba una sensación de goce sensual y agitaba sus ramas como si estuviera masturbándose. Ahora podría descubrir que era aquel bramido que rugía continuamente detrás de la montaña, que ya se erguía, regia y silenciosa, mucho antes de que él brotara vertical de la tierra, como un minúsculo hilo verde de nylon. Pero en su ensoñación, al desgarrar sus raíces, caía al suelo y nunca era capaz de auparse y llegar a mirar tras la montaña.
La zeta del rayo cruzo el aire aullando como un latigazo y el viejo árbol, ya casi hueco, cayó al suelo dejando a la vista sus raíces amputadas.
Aquel hombre al ver el enorme tronco abatido supo que ese día había tenido suerte. Era muy grande y en la maderera sabrían sacar partido a toda su madera, eso le hacia suponer que podía sacarle un buen precio. Pero en ese mismo momento tuvo otra idea.
La quilla bien pulida rasgaba el agua en dos como Moisés. Era una barca pequeña, roja y con la proa alta; con ella nunca habría podido cruzar el atlántico, pero le servía para alejarse y en alta mar hundir sus pensamientos en salitre.
Y el árbol melancólico, convertido en nave, pudo conocer el océano.

domingo, 17 de febrero de 2008

¿Nadie le va a decir a Zapatero que sus mediáticas cejas puntiagudas parecen las alas de la gaviota del PP?. ¿La Vicepresidenta denunciará el concordato o seguirá tragándose las obleas de PP tinto dobladas?. ¿Maquillará Caldera las colas del paro llamándolas “filas”?. ¿Seguira Blanco “dramatizando”, es decir haciendo teatro, con las encuestas del C.I.S para movilizar a la izquierda desencantada?. ¿Es verdad que en el redecorado apartamento del Ministro Bermejo, la Justicia esta de florero?. ¿Está el PPtanic a punto de encontrarse con su iceberg?, ¿seguirán tocando sus violinistas mientras se hunde la proa o empezara el “Zaplana y los niños primero”?. ¿Esperanza Aguirre seguirá creyéndose el "ama de El Mundo"?.¿Rouco Varela formara otro Palmar para que arda Troya?. Después de lo de Gallardón, ¿se reciclará la Botella en un contenedor de “solo vidrio”?, ¿y Aznar, seguirá dándonos la brasa y dejándose crecer la cabellera hasta que le tape el culo, que sus funestos dislates han dejado al aire?...

Ilustración: Gallego & Rey en Interviú

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miércoles, 13 de febrero de 2008

Carta incómoda a Boris Izaguirre

Estimado Boris. Sobra decir lo mucho que te respeto. Creo que eres un pensador sutil, un comunicador brillante y uno de los histriónicos más divertidos del teatro de la vida. Muchas son las ideas compartidas, ideas luchadas, algunas finalmente conseguidas… Con los años y la confianza (que siempre da asco), me atrevo a decir algo de ti en voz alta: a pesar de los excesos del espectáculo, eres un tipo de una gran elegancia. Nunca te oí perpetrar ningún ataque soez, y tu vehemencia en los argumentos siempre fue amiga de las buenas formas. Por esto mismo, por la estima que te tengo, por la complicidad que te reconozco, por tanto, permíteme esta carta incómoda, nacida de una cierta perplejidad. La verdad, no me gustó nada lo del otro día. Esa foto couché con todos los progres del artisteo, donde no faltaba ninguno de los previsibles, y sumaba alguno de los incomprensibles (¿a qué disciplina artística se dedica el doctor Montes?), me pareció un forzado ejercicio de exhibicionismo elitista, un algo desmelenado y un mucho impertinente. Por supuesto, estoy a favor de los lobbies de presión, y no tengo ningún apuro porque un grupo de amigos de toda la vida se reúnan y digan ¡viva Zapata!, o ¡viva Zapatero!
Si, además, quieren convertir un bello poema de Mario Benedetti en una insufrible canción dominguera, allá cada cual con su sentido del ridículo. Puestos a pedir, hubiera preferido el estilo rompedor del vídeo de Obama, que es de palabras mayores, pero lo vuestro quedó en paños menores y enseñó algunas vergüenzas. No sé. Un poco cutre, querido. Con todo, todo habría quedado en los límites de lo elegante. Pero en esas, llegó José Luis Cuerda y habló de la "turba mentirosa", los llamó imbéciles, clamó al cielo contra la "teocracia humillante y estúpida" y de milagro no chilló "a las barricadas". El tipo se quedó a gusto, como si hubiera evacuado después de una larga temporada de estreñimiento, y el resto de acompañantes hicisteis bueno el principio del buen figurante. Reír, aplaudir, callar. Ji, ji, ja, ja. Ya hemos hecho el progre. Ya hemos insultado un poco a los peperos, hemos puesto cara de elite artística enrollada, riquísimos todos pero del pueblo, y le hemos dicho al mundanal ruido que somos de ZP hasta la muerte. Bien. ¿Y? Si me permites, querido Boris, intentaré razonar algunos de los motivos de mi perpleja disidencia. Primero, el numerito me pareció más propio de la transición política que de una democracia estable. Todo rezumaba una estética muy antigua, con Víctor Manuel, Ana Belén, Serrat y el resto de sospechosos habituales de estas contiendas, todos muy divinos, todos queridos por todos nosotros, y todos más antiguos que las maracas de Machín. Por supuesto, soy una loca de las canciones de Sabina, y Serrat me emociona hasta los tuétanos, pero su trabajo artístico, perenne e intenso, no es precisamente lo más moderno del panorama. Por decirlo de forma precisa, se reunieron los de siempre y dijeron más de lo mismo. La capillita conocida, con el discurso conocido. Además, y quizás es lo que me resulta más molesto, lejos de una plataforma de apoyo a un candidato, el grupo se estructuró como una plataforma a la contra, como si el cielo estuviera a punto de caernos sobre la cabeza, como si llegara la marabunta, y los concienciados artistas tuvieran que dar su paso adelante. A vueltas con la mentalidad de la transición... Querido Boris. El PP no me gusta nada de nada. Casi tan nada como a ti, pero estoy en contra de crear estos discursos demonizadores, que excluyen a millones de votantes de la cordura y el sentido común, que desprecian a los otros, que se elevan como si tuvieran la verdad universal y que respiran un cierto tufillo de despotismo ilustrado. Las palabras de Cuerda son propias de un pequeño déspota, y lo siento, porque me gusta Cuerda. Pero ¿es necesario despreciar hasta ese nivel a los votantes de otro partido para ganar la razón? ¿Qué pensamiento libre, crítico, razonable, existe detrás de una pendejada como esa? Yo no veo más que consigna, propaganda y servil compostura. Nada me suena a crítico. Ergo, nada me suena a libre. Por supuesto, los ataques posteriores de Rajoy, hablando de estómagos agradecidos y cánones varios, eran pura demagogia, pero ¿qué os esperabais? ¡Si se lo pusisteis a tiro! Uno no puede subir a las altas tribunas de su fama, vociferar contra millones de votantes, y esperar que no le caigan chuzos. Estratégicamente, creo que es un error de bulto. Pero, además, democráticamente es una inmoralidad. Tenemos que empezar a entender que la democracia juega a muchas cartas, que todas son lícitas y que si gana la que no nos gusta, tenemos que volver a ganarnos la razón. La razón, que no el desprecio. En fin, querido. Perdona el atrevimiento. Pero te vi ahí en medio, al ladito del bellezón de Judith Mascó - otra peculiar disciplina artística, la suya-, con cara de chico bueno, y pensé que Sarkozy y Ségolène me daban mucha envidia. Mientras ellos juegan a seducir a grandes intelectuales y se pelean por un Glucksmann, aquí sacamos a gritar a José Luis Cuerda. No, si quedar, queda bien. Pero ¿es lo mismo?

Pilar Rahola en La Vanguardia el 13.02.2008

domingo, 10 de febrero de 2008

World Press Photo

La imagen de un soldado norteamericano exhausto en un búnker en Afganistán del británico Tim Hethrington ha recibido el premio de fotografía World Press Photo 2008. Se trata de una imagen que Hetherington publicó en la revista norteamericana Vanity Fair.

El Presidente, sin darse cuenta, al poner los pies encima de la mesa con sus botas White Mountain y no quitarse las espuelas, dejo la superficie pulida llena de surcos y arañazos, como si la hubiera azotado con un látigo de nueve colas. El daño ya era irreparable. Para ocultar el estrago desplegó un mapa sobre el tablero de caoba y con el dedo señaló un objetivo: Irán.
Lastima que su tiempo como sheriff, llega a su fin, ya casi no le queda tiempo para emprender su definitiva cruzada contra el Islam. ¿O si?.


Alguien me enseño una foto y me eché a reír
La dignidad no puede ser fotografiada
Bajé al rojo, bajé al negro
Al valle de los sueños de huesos secos
Bob Dylan, Dignity

sábado, 2 de febrero de 2008

Ladrido de Dios

Cuando Rouco Varela arenga desde el púlpito, de su boca, en lugar de perdigones de saliva, salen disparadas balas de plomo, fundido con el fuego del infierno. Él sabe mucho de las tinieblas del averno, es su principal arma de crispación masiva.

Ilustración: Gallego & Rey en El Jueves

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